Martines de Pasqually abandona Francia el 5 de mayo de 1772 por un viaje a Puerto Príncipe del que ya no regresará. En efecto, el fundador de la Orden de los Élus Cohen muere el 20 de septiembre [de 1.779] en Santo Domingo.
Ya antes de su desaparición, algunos de sus émulos abandonan la Orden para unirse a los movimientos masónicos que florecían por entonces en Francia [1].
Uno de ellos, la Estricta Observancia Templaria, seducirá a más de un discípulo de Martines de Pasqually. También Louis-Claude de Saint-Martin fue tentado por esta aventura. En 1773, se asocia a la petición dirigida por Jean-Baptiste Willermoz al barón Weiler para instalar la Estricta Observancia en Lyon, pero se retira rápidamente a consecuencia de un distanciamiento en sus relaciones con su amigo. Tras el caso del Agente desconocido se verá al Filósofo desconocido volver hacia el neo-templarismo lyonés, que se trasformará después en el Régimen Escocés Rectificado (R.E.R.).
En la primavera del año 1785, Marie-Louise-Catherine de Monspey, conocida como Señora de Vallière, comunica a Jean-Baptiste Willermoz los mensajes de un misterioso espíritu, el “Agente desconocido”. Este le pide fundar una nueva organización: la Sociedad de los Iniciados, la cual, según el Agente desconocido, sería llamada a convertirse en el “centro general de la luz de los últimos tiempos y de la perfecta y primitiva iniciación”.
Muchos de los antiguos Élus Cohen fueron llamados a unirse a esta nueva Orden. Jean-Baptiste Willermoz invita también a Saint-Martin a participar en ella. El teósofo de Amboise, entusiasmado por este proyecto, regresa a Lyon para unirse a la Sociedad de los Iniciados. El Agente desconocido había impuesto la pertenencia al R.E.R. para ser admitido en su círculo, lo cual acepta Saint-Martin, a su pesar. Llega a Lyon el 4 de Julio a mediodía, siendo iniciado el mismo día a las 17 horas en los diferentes grados del Régimen Rectificado. Los grados superiores de la Orden, tanto el de Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa como el de Gran Profeso, le fueron conferidos, siendo entonces admitido en la Logia Le Bienfasisance (La Beneficencia) en calidad de miembro afiliado no residente en Lyon.
Como requiere la tradición del Régimen Rectificado, Saint-Martin toma un nombre iniciático, Eques Ludovicus Claudius a Leone Sideo, una divisa, Terrena Reliquit (“abandona las cosas terrenas”), y un blasón (ver dibujo más abajo). Este último figura en un documento conservado en el fondo Willermoz de la biblioteca municipal de Lyon (Ms 5526, documento 29). Este bello documento ricamente decorado se intitula:“Cuadro de dignatarios oficiales y miembros componentes de los capítulos de la Prefectura de Lyon en la IIª Provincia de la Orden de los Masones Reunidos y Rectificados dicha de Auvernia; decretado en capítulo el 15 de enero de 1786”.
Eques a Leone figura en el tercer rango de blasones, entre los “Caballeros de honor de la Prefectura” (parte inferior de la imagen de más abajo).
Saint-Martin asistirá asiduamente a las reuniones de la Sociedad de los Iniciados hasta 1887, fecha en que, decepcionado por la banalidad de los mensajes del Agente desconocido, abandonará progresivamente esta vía, así como la del Régimen Rectificado. Regresará entonces a Paríscon Basile Zinoviev, uno de los nobles rusos que frecuentaban la logia dirigida por Jean-Baptiste Willermoz.
Saint-Martin viajará a continuación a Londres y a Italia, donde se encontrará con el príncipe Galitzine. Finalmente, dejará su equipaje en Estrasburgo donde se instalará el 6 de junio de 1788. Entonces comienza un nuevo ciclo en la vida mística del Filósofo desconocido con el descubrimiento de las obras de Jacob Böhme, que le reconfortan de su indiferencia hacia las iniciaciones humanas. A partir de esta época, se aleja definitivamente de las logias.
Sin embargo, parece haber mantenido una cierta simpatía por el R.E.R. Así, en junio de 1788, envía a Willermoz a un joven americano llamado Despallières, deseoso de entrar en masonería: “Le aseguré que no podía hacer otra cosa mejor y os lo envío, pues yo no podría llevarlo lejos en este camino. Os ruego pues hacer por él lo que vuestra sabiduría os dicte” [2].
Al año siguiente, el 16 de diciembre de 1789, Saint-Martin pedirá a Willermoz “si sin estar en la sociedad masónica ni interior ni exterior, [sería] no obstante apto para participar en las instrucciones secretas de la iniciación, en el caso de que [sus] pasos se dirigiesen hacia [su] buena ciudad”. Willermoz no le respondió, marcando el Filósofo desconocido más claramente su posición ante la franc-masonería. El 4 de julio de 1790, escribirá a Antoine Willermoz:
“Informe también, por favor, al Jefe h. mayor que espero de él una respuesta que no habría sido muy extensa, que al no haberla recibido puedo presumir de antemano de qué naturaleza sería, lo cual me determina a pensar por mi parte, que en consecuencia ruego presentar y admitir mi dimisión de mi puesto en la orden interior y de amablemente borrarme de todos los registros y listas masónicas donde haya podido ser inscrito desde el 85 [1785, año de su entrada en el R.E.R.]. Mis ocupaciones no me permiten seguir esta carrera. No le molestaré más por otras razones que me determinan. Él sabe bien que la eliminación de mi nombre de los registros no le perjudicará en nada ya que no le soy útil para nada. También sabe que mi espíritu jamás ha sido inscrito, pues solo puede estar vinculado con el ser que lo figura.
Nosotros lo estaremos siempre, así lo espero, como Cohens lo estaremos por la iniciación si, no obstante, mi dimisión no es obstáculo, porque entonces sacrificaría incluso la iniciación, teniendo en cuenta que todo el régimen masónico es para mí cada día más incompatible con mi forma de ser y la simplicidad de mi camino. No dejaré de respetar hasta la muerte a este querido hermano y puede estar seguro de que no tendré malos recuerdos de él en mi vida” [3].
Así terminará el paso del Filósofo desconocido por el seno del Régimen Escocés Rectificado.
Notas:
[1] Los documentos presentados sobre esta página pertenecen al Fondo Willermoz de la Biblioteca municipal de Lyon, Ms 5526, documento 29. Agradecemos a la BML su autorización para poder reproducirlos aquí.
[2] Carta reproducida en: Papus, L’Illuminisme en France, 1771-1803, Louis-Claude de Saint-Martin, sa vie, sa voie théurgique, ses ouvrages, son œuvre, ses disciples, suivi de la publication de 50 lettres inédites, Paris, Charconac, 1902, p. 204-205. Robert Amadou ha publicado una versión corregida y más fiel de estas cartas en Renaissance traditionnelle, n° 47, juillet 1981 au n° 54-55, avril-juillet 1983.
Fuente: Masonería Cristiana